lunes, junio 27, 2005

Sin titulo

Hace poco estuve en una reunión con mis amigos mas cercanos, volví a encontrarme con personas que hace tiempo que no veía. Realmente me dio mucho gusto el encontrarlos ahí, pero a la vez me di cuenta que el tiempo realmente ha pasado, tal vez, por mucho tiempo tuve la venda en mis ojos y me cerré a la posibilidad de que estaba creciendo, no solo porque ya me da sueño a las 11 de la noche y me duerma en el cine cuando voy a la ultima función, ni tampoco porque siempre tengo dolor de espalda o tal vez porque curiosamente le he encontrado gran sabor a los libros y al café, he crecido de una manera interna, el otro día cuando revisaba el blog del Noe me di cuenta que la nueva generación es muy diferente a lo que yo alguna vez fui.

Nuevos valores, nuevas costumbres, incluso la misma cultura sigue cambiando, tal vez yo sea un poco mas tradicionalista y me aferro a lo clásico, si estoy a favor del avance, mi celular, mi cuenta en el MSN, verificar mis calificaciones en Internet habla por ello, sin embargo, hay cosas que quisiera que nunca cambiaran.

Como las tardes en Catedral, reírme con mis amigos, tomarme un café con alguno de ellos recordando cosas que ya no están o proyectos en camino. Ir al V.H. con mis papás, y no como cuando era niña que iba para ver que me compraban o ir al Imaginate!, sino para aprender como seleccionar fruta o verdura y pasear al Jared en el carrito. El ir a misa todos los domingos, aunque se que hay gente que no le toma mucha importancia, o solo lo ven como un acto social (en el mejor de los casos), y que para mi es algo que hago con mucho gusto, y también aprovecho para dedicar unos instantes a Dios. El que mi tía Graciela venga a mi casa y nos cuenta acerca de la familia, que han hecho los demás y recordarnos cumpleaños. Que tenga contacto con mis hermanos casi todos los dias, es definitivamente algo invaluable, que recuerden que aquí siguen siendo parte de la familia Verónica Ibarra, y aunque ya no viven aquí, sigan disfrutando de lo que aquí alguna vez fueron, dejaron, jugaron. Las noches de ocio que a veces tienen mis hermanos y nos juntamos a jugar juegos de mesa y a cenar. O también cuando la Lluvia me llama en medio del mar de tareas que tiene siempre y me invita a un café o a una comidita entre semana para ponernos al día.

Y así puedo hacer una lista muy grande acerca de todo aquello que conforma mi vida y que hacen mi historia, pero doy gracias por cada una de esas cosas, y espero que se queden ahí por mucho tiempo, no se cuanto exactamente, solo que sea necesario para darme cuenta que no son infinitas, que todo tiene un ciclo, y como dice mi papá “no hay plazo que no se cumpla”.

1 comentarios:

Begüé dijo...

A la beeeeeeeeestia karen neta que si es cierto, tambien a veces me da nostalgia, y aunque no podemos volver o cambiar esas cosas, si podemos darle un toque de "nuestros tiempos", y sobre todo que tenemos a nuestra gente que tambien siente lo mismo. Tqm echale ganitas....Noé